«Migrañas, problemas cervicales y dolor mandibular. Rendimiento físico por debajo de las posibilidades de cada uno, apiñamiento, retracción de las encías y ciertas enfermedades periodontales que pueden llegar a destruir el hueso y los tejidos blandos donde se sujetan los dientes… Bruxismo y sus consecuencias en forma de ansiedad, tensión. Una excesiva sensibilidad dental al frío, el calor o los alimentos dulces. Hasta insomnio, disfunción eréctil, problemas respiratorios, musculares, articulares y cardiovasculares. Estos, además de la estética, son problemas que, según el sector de la estética dental, se pueden aliviar con ortodoncia y que explican que sean cada vez más los adultos de entre 30 y 45 años que se someten a tratamientos correctivos.»
La Vanguardia:Los aparatos dentales se popularizan para mejorar el rendimiento deportivol